A principios de este año caminaba por las costa de Puerto Vallarta. Recién me había graduado y era un auto regalo que me daba por mi salida de la universidad. En ese momento no pasaba por mi cabeza a lo que me iba a dedicar (laboralmente hablando). Me proponía a realizar mi examen profesional a mediados de marzo y si todo salía perfecto salir en busca de mi primer trabajo. ¡Oh sorpresa!, si salió algo más, algo que nadie se imaginaba. La verdad es que ni siquiera dimensionaba lo que ocurría del otro lado del mundo. Un caldito de murciélago nos iba a poner a todos de cabeza. Vamos a brincarnos esa historia que ya todos sabemos. Solo diré que marzo, abril y mayo fueron meses complicados para mi y creo que para todos. Se empezaban a terminar mis ahorros y tenía que pagar por servicios que nadie me obliga a tener pero que no puedo estar sin ellos (te amo Marketing). En efecto Netflix, Spotify y el plan de internet de mi celular. Sin darme cuenta ya era todo un señor con gastos que pagar y tristemente sin ingresos. Pedirle apoyo a mis padres nunca estuvo en mis planes pues a mi siempre me ha gustado ganar mi dinero. Desde que iba en la secundaria comencé a trabajar y me agrado la idea de ganar y administrar mis propios ingresos. Justo cuando me preguntaba todos estos dilemas me encontraba sentado en mi casa y me apareció un divertido y muy creativo mensaje de una agencia de Publicidad, que acá entre nos le seguía el paso desde hace algunos años. Ellos buscaban un Community Manager, lo cual me llamó la atención y dije ¿Por qué no? aplique la frase, no pierdo nada con intentar, y efectivamente no perdí nada. Todo lo contrario, obtuve respuesta a los pocos días. Sinceramente estaba nervioso, ¿Quién no?.Mi primer trabajo formal nunca imaginé que sería de esta manera. Todo el tiempo pensé que me tendría que vestir de traje, llevar un lonche, saludar a todos en la oficina y pasar el resto del día ahí. Tranquilos, no paso nada de eso. Mi primer trabajo lo hago en pijama, en un escritorio a escasos 3 metros de mi cama, y sentado en una silla de oficina (muy cómoda por cierto). Debo admitir que sigo sorprendido, una agencia que sin conocerme en persona me dio la oportunidad de desarrollar mis habilidades aprendidas estos años. Nadie lo hubiera imaginado, juntas de trabajo en short y chanclas, ¡Que maravilla!. Después de todo, a principios de año jamás me hubiera pasado por la mente. Ahora solo queda aplicarse, seguir aprendiendo, aprovechar esta oportunidad y dar lo mejor.
Soy David y soy el nuevo Community Manager. Nos escribimos muy pronto.